Llegar a los 60 o más no significa quedarse quieto. Al contrario, es el momento perfecto para moverse con más conciencia, cuidar el cuerpo y mantener la independencia física durante muchos años más. La movilidad es clave para realizar actividades cotidianas como caminar, subir escaleras o simplemente levantarse de la cama sin dificultad. Por eso, incorporar ejercicios suaves en la rutina diaria puede hacer una gran diferencia.

No se trata de entrenamientos intensos ni de rutinas agotadoras. Los ejercicios suaves se enfocan en mantener articulaciones activas, fortalecer músculos y mejorar el equilibrio. Todo esto ayuda a prevenir caídas, dolores crónicos y rigidez corporal.
¿Qué ejercicios puedes realizar?
- Estiramientos diarios: Dedica 5 a 10 minutos a estirar brazos, piernas, cuello y espalda. Esto ayuda a reducir la rigidez y mejora la postura.
- Caminatas ligeras: Caminar 20 a 30 minutos al día activa la circulación, fortalece el corazón y mejora el estado de ánimo.
- Movilidad articular: Realiza movimientos suaves como giros de tobillos, muñecas, hombros y cuello. Estos ejercicios son ideales para comenzar el día.

- Ejercicios en silla: Levantar las piernas, estirar los brazos o hacer movimientos circulares desde una silla son excelentes para quienes tienen alguna limitación física.
- Yoga o tai chi: Son actividades de bajo impacto que mejoran la flexibilidad, el equilibrio y también promueven la relajación mental.
Recomendaciones
Antes de comenzar cualquier rutina, es importante consultar con un médico o fisioterapeuta, especialmente si hay alguna condición médica previa. También es fundamental respetar los límites del cuerpo y avanzar poco a poco.

Moverse no solo es bueno para el cuerpo, también para el ánimo. Establecer una rutina de ejercicios suaves puede mejorar el sueño, reducir el estrés y aumentar la sensación de bienestar.
Recuerda: no importa la edad, el movimiento es vida. Con solo unos minutos al día, puedes mantener tu cuerpo activo, fuerte y con ganas de seguir disfrutando cada momento.