Acompañar a alguien en duelo no siempre es sencillo. Muchas veces no sabemos qué decir o tememos incomodar. Sin embargo, la presencia y el apoyo sincero son fundamentales para quien atraviesa una pérdida.
La clave no está en dar consejos, sino en estar. Un abrazo, una mirada o simplemente el silencio compartido pueden ser más poderosos que cualquier palabra.
Estrategias para acompañar
- Escucha sin juzgar: permite que exprese sus emociones sin intentar corregirlas.
- Valida el dolor: frases como “entiendo que te duele” son más útiles que “tienes que ser fuerte”.
- Ofrece ayuda práctica: preparar comida, acompañar a citas médicas o cuidar a los hijos son apoyos concretos que alivian.
- Respeta el ritmo: cada persona tiene su propio proceso, sin tiempos definidos.
- Mantén el contacto: el duelo no termina en semanas. Recordar fechas importantes y seguir presente es valioso.

¿Qué evitar?
Evita frases como “ya pasará” o “todo sucede por algo”. Aunque bien intencionadas, pueden invalidar el dolor de la persona.
Acompañar a un ser querido en su duelo no requiere fórmulas mágicas, sino empatía, paciencia y amor. No se trata de quitar el dolor, sino de ofrecer compañía para que no lo viva en soledad.