El duelo es un proceso natural de adaptación psicológica que experimentamos tras una pérdida significativa. Aunque comúnmente asociamos el duelo a la muerte de un ser querido, también puede surgir en otros contextos, como una ruptura amorosa, la pérdida de un empleo o una mudanza. 

Acompañar a alguien que atraviesa una pérdida puede ser desafiante. Muchas veces no sabemos qué decir, cómo actuar o si lo que hacemos realmente ayuda. Sin embargo, estar presente con empatía, sin intentar “arreglar” el dolor, puede marcar una gran diferencia.

Apoyar en el duelo no requiere tener las palabras perfectas, sino ser un refugio emocional seguro para quien está viviendo una experiencia profundamente humana.

1. Escucha sin juzgar ni apresurar

Una de las cosas más poderosas que puedes ofrecer es tu escucha atenta. Deja espacio para que la persona hable, repita historias, exprese enojo, tristeza o silencio. No es necesario llenar los vacíos con consejos o explicaciones.

2. Ofrece ayuda concreta

Cuando alguien está en duelo, tomar decisiones o realizar tareas cotidianas puede sentirse abrumador. En lugar de decir “Avísame si necesitas algo”, propón ayudas específicas:

  • Llevar comida.
  • Acompañar a una cita o trámite.
  • Cuidar a niños o mascotas.
  • Hacer mandados o compras.

El duelo desgasta emocionalmente. Pequeños gestos prácticos pueden ser un gran alivio.

3. Acepta las emociones sin intentar cambiarlas

Es normal que la persona tenga cambios de ánimo, momentos de llanto, de enojo o incluso de risa. No intentes “sacarla” del dolor o distraerla todo el tiempo. A veces, lo mejor que puedes hacer es sentarte a su lado y sostener el momento sin juicio.

4. Respeta su ritmo

Cada persona vive el duelo a su manera y a su tiempo. No hay plazos ni formas “correctas”. Puede que quiera hablar mucho o prefiera estar sola; que retome su rutina pronto o necesite más tiempo. Sé paciente. Acompañar es estar disponible sin presionar.

5. Mantén el acompañamiento con el tiempo

El apoyo suele ser abundante al principio, pero muchas personas en duelo se sienten más solas cuando “pasa el tiempo” y su dolor sigue ahí. Hazle saber que no está sola ni olvidada con pequeños gestos:

  • Un mensaje o llamada en fechas significativas.
  • Recordar a la persona que partió con respeto y cariño.
  • Seguir preguntando: “¿Cómo estás hoy?”