Tu cuerpo y tus emociones están profundamente conectados. Lo que sientes se refleja en tu postura, tus músculos, tu respiración y hasta en tu digestión. De hecho, muchas personas perciben primero síntomas físicos antes de reconocer una emoción.
¿Cómo se expresan las emociones en el cuerpo?
- Ansiedad o miedo: respiración acelerada, palpitaciones, sudoración, nudo en el estómago.
- Tristeza: hombros caídos, baja energía, dificultad para moverse, opresión en el pecho.
- Ira: tensión en mandíbula, puños cerrados, calor corporal, ceño fruncido.
- Estrés: contracturas musculares, dolores de cabeza, problemas digestivos, fatiga.
Este lenguaje corporal es valioso. Es una forma en la que el cuerpo “habla” cuando la mente aún no encuentra palabras. Por eso, si sientes malestar físico frecuente y sin causa aparente, es útil preguntarte: ¿cómo me estoy sintiendo últimamente?
Ejercicios para reconectar con tus emociones a través del cuerpo:
- Haz una pausa diaria para un “escaneo corporal”: recorre mentalmente desde tu cabeza hasta los pies y nota dónde hay tensión o malestar.
- Usa la respiración para liberar: al exhalar, imagina que sueltas la emoción acumulada.
- Realiza estiramientos suaves para liberar emociones estancadas.