La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia, representando entre el 60% y 80% de los casos. Se caracteriza por un deterioro progresivo de la memoria, el pensamiento y el comportamiento, afectando la capacidad para realizar actividades cotidianas.

Los síntomas suelen desarrollarse lentamente y empeorar con el tiempo. En etapas avanzadas, las personas pueden perder la capacidad de comunicarse y responder a su entorno.

Aunque no existe una cura, ciertos medicamentos pueden ayudar a reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida. Además, estrategias como mantener una rutina estructurada, realizar actividades cognitivas y físicas, y contar con apoyo social son fundamentales para el manejo de la enfermedad.

La detección temprana es crucial para planificar el tratamiento y tomar decisiones informadas sobre el cuidado futuro. Si tú o un ser querido presentan síntomas de pérdida de memoria o cambios en el comportamiento, es importante consultar a un profesional de la salud para una evaluación adecuada.