La enfermedad renal crónica (ERC) afecta a millones de personas en el mundo. Ocurre cuando los riñones pierden gradualmente su capacidad de filtrar los desechos de la sangre. Aunque es progresiva, puede prevenirse y controlarse con buenos hábitos.

Principales factores de riesgo:

  • Diabetes mal controlada
  • Hipertensión arterial
  • Uso prolongado o excesivo de analgésicos
  • Dieta alta en sodio y proteínas de origen animal

Síntomas que pueden alertarte:

  • Fatiga sin causa aparente
  • Hinchazón en piernas, tobillos o cara
  • Cambios en el color o cantidad de orina
  • Náuseas, pérdida de apetito o dificultad para concentrarse

Cuidados esenciales:

  • Hidratación: Beber suficiente agua ayuda a los riñones a eliminar toxinas.
  • Control de enfermedades previas: Mantener la glucosa y la presión arterial dentro de rangos saludables es vital.
  • Revisión médica periódica: Los análisis de sangre y orina permiten detectar daño renal temprano.
  • Moderación en el uso de medicamentos: No abuses de analgésicos, antiinflamatorios o suplementos sin indicación médica.
  • Alimentación equilibrada: Reducir el consumo de sal, embutidos y alimentos ultraprocesados protege la salud renal.