La lactancia materna es mucho más que una forma de alimentación: es un acto de amor que brinda salud, protección y cercanía desde los primeros momentos de vida. Sus beneficios impactan tanto al bebé como a la madre, y se extienden a largo plazo.

Para el bebé:

  • Nutrición perfecta: la leche materna contiene todos los nutrientes que el bebé necesita en sus primeros meses, en las proporciones ideales.
  • Refuerza el sistema inmunológico: aporta anticuerpos que protegen contra infecciones respiratorias, gastrointestinales y otras enfermedades.
  • Favorece el desarrollo cognitivo: estudios han mostrado que puede estar relacionada con un mejor desarrollo cerebral y capacidades cognitivas.
  • Reduce el riesgo de enfermedades futuras: disminuye la probabilidad de padecer obesidad, diabetes tipo 2 y alergias en etapas posteriores.

Para la madre:

  • Recuperación más rápida: ayuda a contraer el útero y reducir el sangrado postparto.
  • Previene enfermedades: disminuye el riesgo de cáncer de mama y ovario, y puede ayudar a prevenir la osteoporosis.
  • Vínculo emocional profundo: promueve la conexión afectiva madre-hijo gracias al contacto piel con piel y la producción de oxitocina (la hormona del amor).
  • Es práctica y económica: está siempre disponible, a la temperatura adecuada y sin necesidad de preparación.

Consejos para que tu lactancia sea exitosa:

  • Elige alimentos ricos en nutrientes, como una rebanada de pan integral con una cucharada de mantequilla de cacahuate, un plátano o una manzana medianos y unos 227 gramos de yogurt.
  • Concéntrate en tomar decisiones saludables que favorezcan la producción de leche. Opta por alimentos ricos en proteínas, como carnes magras, huevos, lácteos, frijoles, lentejas y mariscos con bajo contenido de mercurio. Elige una variedad de cereales integrales, como también frutas y verduras.
  • Bebe cuando tengas sed, y bebe más si tu orina es de color amarillo oscuro. Podrías beber un vaso de agua u otra bebida cada vez que amamantes. Sin embargo, ten cuidado con los jugos y las bebidas azucaradas. El exceso de azúcar puede contribuir al aumento de peso o sabotear tus esfuerzos para perder el peso del embarazo. El exceso de cafeína también puede ser problemático.

Si sigues una dieta vegetariana, es muy importante que elijas alimentos que te proporcionen los nutrientes que necesitas. Por ejemplo:

  • Elige alimentos ricos en hierro, proteínas y calcio. Las buenas fuentes de hierro incluyen las lentejas, los cereales enriquecidos, las verduras de hojas verdes, las arvejas (guisantes, chícharos) y las frutas secas, como las uvas pasas. Para ayudar a que tu cuerpo absorba el hierro, come alimentos ricos en hierro junto con alimentos con alto contenido de vitamina C, como las frutas cítricas.