Con el paso del tiempo, es natural que nuestros músculos pierdan fuerza y que las articulaciones se vuelvan más sensibles. Sin embargo, eso no significa que debamos dejar de movernos. Al contrario: mantenernos activos con rutinas de bajo impacto es una excelente forma de conservar fuerza, mejorar el equilibrio y proteger nuestras articulaciones sin ponerlas en riesgo.

Los ejercicios de bajo impacto son aquellos que no generan presión excesiva sobre las articulaciones. Son ideales para personas mayores o con movilidad reducida, ya que ayudan a fortalecer el cuerpo de forma segura y progresiva.

¿Qué beneficios tienen?

  • Fortalecen los músculos, lo que protege las articulaciones.
  • Mejoran la estabilidad y el equilibrio, previniendo caídas.
  • Mantienen la flexibilidad y reducen el dolor articular.
  • Aumentan la energía y mejoran el estado de ánimo.

Rutina recomendada (puede realizarse en casa)

  1. Marcha suave en el lugar (3-5 min)
    Calienta el cuerpo moviendo brazos y piernas lentamente, como si caminaras sin avanzar.
  2. Sentadillas asistidas (2 series de 10 repeticiones)
    Usa una silla para apoyarte y realiza sentadillas suaves sin bajar demasiado. Fortalece piernas y glúteos.
  1. Elevaciones de talones (2 series de 12 repeticiones)
    De pie, con apoyo si es necesario, elévate lentamente sobre los dedos de los pies y baja. Excelente para mejorar el equilibrio y fortalecer las pantorrillas.
  2. Flexiones de brazos contra la pared (2 series de 10 repeticiones)
    Apoya las manos en la pared y realiza “lagartijas” suaves. Fortalece brazos, pecho y espalda.
  3. Estiramientos suaves (5 min)
    Al final, estira brazos, piernas y espalda. Esto ayuda a evitar rigidez y a relajar los músculos.

Consejos útiles

  • No hagas ningún ejercicio con dolor. Escucha a tu cuerpo.
  • Mantén una respiración constante y profunda mientras te mueves.
  • Usa ropa cómoda y zapatos con buen soporte.
  • Si lo necesitas, realiza los ejercicios sentado o con apoyo.

Con constancia, estas rutinas pueden marcar una gran diferencia en tu calidad de vida. Dedicar tan solo 20 minutos al día puede ayudarte a sentirte más fuerte, más ágil y con más confianza para seguir disfrutando esta etapa al máximo.